La Fraternidad Eucarística de San Pablo

Alberta

 

 

La actividad principal de la Fraternidad es el encuentro mensual que tiene lugar de setiembre a mayo. Este encuentro comienza generalmente con un tiempo de adoración en presencia del Santísimo. Luego, una ligera merienda es servida para permitir a las personas de fraternizar. Viene enseguida un tema dado por un invitado, o bajo la forma de proyección de un DVD. La responsable, la hermana Edith, continúa de hacer llegar al grupo, con un DVD, las enseñanzas dadas por ella o por otras personas en Quebec. En fin, en todos los encuentros, hay la distribución de un documento escrito: oración, resumen del tema o noticias de las hermanas del convento de Beauport o de otros grupos de la Familia dma.

El año se clausura siempre con una misa en el curso de la cual los nuevos miembros se consagran al Corazón Eucarístico de Jesús y los otros renuevan su consagración. Cada miembro es entonces llamado a testimoniar en el cotidiano de Jesús que se ofrece y se da por amor en la Eucaristía.

La Fraternidad de San Pablo recibe la visita de una Dominica Misionera Adoratriz todos los años, a fin de mantener y concretizar todavía más el vínculo con la Congregación y la Familia dominica misionera adoratriz. La acogida en el Cenáculo del Corazón Eucarístico en Beauport, de hermanos y hermanas de la Fraternidad de San Pablo de paso por Quebec, es siempre fuente de alegría para las hermanas de la comunidad así como para los otros hermanos y hermanas de la Familia cuando un encuentro es posible.

 

Por toda información sobre la Fraternidad eucarística de San Pablo contacte a Claude, el presidente, con el siguiente formulario o hermana Edith Carrier, o.p. por teléfono al (418) 661-9221

 

    Algunos testimonios

     

    • ¡Caminar en la espiritualidad con madre Juliana que el Señor nos propone, es lo que la Fraternidad me da! Qué regalo de aprender a hacernos bien pequeños en el Corazón eucarístico de Jesús, este Corazón eucarístico que nos permite de adorar al Padre en Espíritu y en verdad… Con madre Juliana del Rosario, a través de los temas dados por sus hijas, aprendemos que María, nuestra buena Mamá del cielo, está allí también. Ella nos muestra el ejemplo… a decir “sí” a la obra de Dios en sus vidas.
    • Amo la Fraternidad, porque ello me ayuda a comprender mejor el Evangelio.
    • La Fraternidad es un lindo encuentro fraterno y humano, bueno para el corazón, el espíritu y el amor.
    • Nos gusta venir a la Fraternidad, porque ello nos ayuda a profundizar nuestra fe. Aprendemos mucho sobre María.
    • Estoy aquí para un encuentro espiritual. Nuestro cuerpo tiene necesidad de alimento espiritual mucho más que el alimento humano. Viniendo a la Fraternidad, recibo este alimento.
    • Me gusta venir a cada vez, porque esto me da seguridad que no estoy nunca solo. María y Jesús son siempre mi alegría, mi esperanza. ¡Cuánto les hablo a menudo! ¡Qué regalo el de mi fe! Gracias por esta Fraternidad.

    • La Fraternidad afirma lo que es nuestro « por qué” aquí sobre la tierra. Ciertamente, madre Juliana nos ha trazado el camino.
    • ¡Gracias de saber que ustedes son nuestras amigas! Gracias por esta bella Fraternidad. Lazo para siempre. J.M.J.
    • Estamos aquí porque hemos aprovechado mucho de la espiritualidad de madre Juliana. Sobre todo por comprender nuestra misa. Su amistad nos ha sido verdaderamente muy apreciada. Amor y gloria…
    • La Fraternidad para mí es conocer mejor a Cristo Jesús. Conocer mejor la Santísima Virgen María y cómo rezarles cada día en mis tareas cotidianas. Las reflexiones de madre Juliana, compartidas por las hermanas Dominicas Misioneras Adoratrices, me ayudan a hacer conocer el Señor a mis hijos, mi esposo, mis amigos y aún a los extranjeros.
    • Gracias a la Fraternidad, soy más consciente de la presencia eucarística en mi vida. También la comprensión de la oración, del Padre Nuestro y del prefacio durante la celebración eucarística.
    • La Fraternidad aquí en San Pablo… ¡qué lindo regalo de las Dominicas Misioneras Adoratrices! Una organización bien sencilla que reagrupa a gente para orar, adorar, escuchar, aprender, discutir alrededor de una merienda… ¡y todo en francés!!! Lazos muy fuertes son creados entre los miembros y sobre todo entre los miembros y las hermanas DMA. Hay muchas otras ocasiones para hacer crecer nuestra fe, pero la espiritualidad del Corazón eucarístico tal como lo comprendía madre Juliana del Rosario y transmitido por sus hermanas me ayuda a acercarme más de nuestro Dios.