Un medio de ...
- remitirme al Amor de Cristo para que él me transforme y me haga capaz de amar con su Corazón;
- ayudarme a vivir los acontecimientos de todos los días;
- contribuir a la expansión de la devoción al Corazón Eucarístico de Jesús.
El Corazón Eucarístico
En primer lugar, lo que es el corazón :
- el símbolo del amor;
- el órgano de la circulación de la sangre en el cuerpo y entonces de la vida;
- el centro de la persona misma.
Cuando hablamos del Corazón Eucarístico es entonces
- El mismo Jesús;
- el Amor de su Corazón;
- el don que nos hace de sí mismo en la Eucaristía;
- Jesús, que sin cesar se ofrece al Padre y nos ofrece su Amor para llevarnos en su ofrenda
Naturaleza del compromiso
- un compromiso personal y privado, movido por el deseo de un cambio en mi vida;
- un compromiso animado por la fe y la confianza en la acción de Jesús y de su Espíritu en la fuerza de una comunión de personas que rezan la misma oración
El aspecto concreto del compromiso
Rezar cotidianamente la oración de la sierva de Dios, Madre Juliana del Rosario, Jesús, yo te doy mi corazón individualmente o con otros, en comunión espiritual con las personas que la rezan.
Así, esta práctica nos hace entrar en una comunión de amigos del Corazón Eucarístico de Jesús.
Nota: La última frase de la oración es muy rica « Que mi vida sea una incesante alabanza de adoración y de amor a Dios, nuestro Padre por un sí sincero a su voluntad de todos los instantes. » Ver más abajo algunas explicaciones…
La oración en música
Para una versión imprimible de los folletos del proyecto (formato pdf)
Amigos del Corazon Eucaristico.pdf
Para recibir las reflexiones espirituales
Algunas veces en el curso del año, una corta reflexión espiritual es enviada gratuitamente a las personas que dejan sus datos. Esta reflexión permite de vivir en la casa una mini-profundización espiritual y de estar en comunión con las personas que la reciben y recitan la oración Jesús, yo te doy mi corazón.
Que mi vida sea una incesante alabanza de adoración y de amor a Dios, nuestro Padre, por un sí sincero a su voluntad de todos los instantes
Que mi vida sea una incesante alabanza
Expresamos aquí un deseo profundo, un pedido que hacemos a Jesús.
¿Qué es la alabanza?
La alabanza es un homenaje hecho a Dios, un reconocimiento de lo que Él es, de su belleza, de su bondad, de sus beneficios por nosotros. Alabar a Dios, es decirle gracias. Podemos alabar a Dios orando, cantando, hablando de él, adorando…
¿Qué es la adoración?
Primeramente es reconocer a Dios como nuestro Creador y consentir en que Él actúe en nuestra vida. Es consentir en recibir nuestra vida del Padre al soplo del Espíritu, como lo hace su Hijo Jesús. Es también entrar con él en un don de sí por amor, para la gloria de la Trinidad y la salvación del mundo.
Cuatro maneras concretas de adorar
1. Viviendo la Eucaristía donde Jesús da sacramentalmen te su vida, cumbre de la adoración
2. Delante del Santísimo donde Jesús, el adorador perfecto, está presente en la Hostia consagrada, prolongación de la Eucaristía
3. En el vivir cotidiano abandonarse a Dios, ofreciéndole lo que somos y lo que vivimos
4. Colaborando en la obra de Dios con nuestro trabajo, nuestros gestos y nuestras palabras en el cotidiano de nuestra vida
Por un sí sincero a su voluntad :
Dios nos ha creado y ha querido que seamos sus hijos. Allí se encuentra nuestra identidad profunda y la razón de nuestra verdadera felicidad. Pero muy a menudo, no vivimos según esta realidad por causa de nuestra condición humana mortal, limitada y falible.
La voluntad de Dios es que busquemos, a través de los acontecimientos cotidianos ‒ que a menudo nos afectan cómo vivir siempre más como hijos de Dios, según su Espíritu de Amor, de Vida y de Santidad, para que su reino llegue en nosotros y en el mundo.
De todos los instantes :
A cada instante de nuestra vida cotidiana donde estamos confrontados a elecciones que pueden conducirnos a abrir o a cerrar la puerta de nuestro corazón al Amor de Dios por nosotros.
En resumen, pedimos :
Que nuestra vida sea toda entregada al Amor de Dios y busque a conformarse a su voluntad « en todo, en todas partes y siempre ».
Al rezar esta oración, deseamos que ella se realice por el Corazón Eucarístico de Jesús, por el Amor de su Corazón que se derrama en el nuestro y nos lleva a amar a nuestro Padre y semejantes, como él les ama. Es de esta manera que nuestra vida llega a ser una incesante alabanza de adoración y de amor.