Hermana Lucienne Jomphe
Mi alegría de ser D.M.A.
DOMINICA: Alegría de ser dominica, de hacer parte de una Orden que tiene cerca de 800 años de existencia. Alegría de ser hija de santo Domingo, este hombre de luz y de fuego, este gran contemplativo cuyo lema era « Veritas », contemplar y dar a los otros el fruto de su contemplación.
Alegría de cantar la alabanza del Señor con los salmos participando cada día a la gran oración de la Iglesia en la Liturgia de las Horas.
DOMINICA ADORATRIZ: Alegría de ser hija de Madre Juliana del Rosario — este testigo ardiente del Amor eucarístico — y de ser sobre sus pasos consagrada al Corazón Eucarístico y a su misión de dar al Padre adoradores en espíritu y en verdad. Alegría de contemplar la Verdad en la Eucaristía, síntesis de todos los misterios de Cristo. Alegría de alimentarme cada día del Pan de la Palabra y de la Eucaristía.
MISIONERA ADORATRIZ: Alegría de decir a todos mis hermanos y hermanas que Cristo nos amó hasta el fin, que su Sacrificio realizado una vez, él lo perpetúa en un Acto de amor que no tiene fin. Alegría de impulsar a todos mis hermanos y hermanas a ofrecer su vida en unión con Cristo ofreciéndose al Padre.
ADORATRIZ: Alegría de penetrar en el Corazón Eucarístico de Jesús, de ampararme de sus sentimientos, de perderme en El para adorar al Padre; Alegría de llevar todos mis hermanos y hermanas en su Adoración y de impulsarles a adorar con El y por El.
Alegría de cantar por toda mi vida: AMOR Y GLORIA A LA TRINIDAD POR EL CORAZON EUCARISTICO DE JESUS, este cántico de alabanza de la Dominica Misionera Adoratriz.
Hna. Lucienne Jomphe, o.p., 2011