Día de la Fiesta - 8 de agosto

 

El opúsculo citado a lo largo de esta novena se termina con estas palabras:

En el pensamiento de los hermanos, es orando de esta manera que el santo adquiría esta plenitud de conocimiento de la Santa Escritura, penetraba la médula misma de las palabras divinas, aprendía las santas audacias de su ardiente predicación, y vivía en esta íntima familiaridad con el Espíritu Santo, de quien le venía el conocimiento de las cosas sagradas.

 Les deseamos de haber descubierto un poco más el corazón ardiente y orante de nuestro dulce Padre santo Domingo a lo largo de esta novena. Que él continúe de acompañarles en la ruta de la oración, día tras día, para gustar como él la riqueza de las Escrituras y vivir un corazón a corazón más y más ardiente con Jesús.

¡Hermosa fiesta de santo Domingo a cada uno, cada una!

 

En la mesa con Santo Domingo

De la Carta del Maestro de la Ordén para la preparación del Jubileo del 2021

El tema de la celebración del jubileo es En la mesa con santo Domingo. Este tema se inspira en la tabla de Mascarella, tabla sobre la cual se pintó el primer retrato de santo Domingo poco después de su canonización. Por tanto, celebraremos a santo Domingo no como un santo que se encuentra solo en un pedestal, sino como un santo que disfruta de la comunión en la mesa con sus hermanos, reunidos por la misma vocación de predicar la Palabra de Dios y compartir el don de Dios de la comida y de la bebida. Nuestra celebración jubilar nos invita a reflexionar sobre estas cuestiones:

¿Qué significa para nosotros estar a la mesa con santo Domingo aquí ahora (hic et nunc)?

¿De qué manera su vida y su trabajo nos inspiran y animan a compartir nuestra vida, nuestra fe, esperanza y amor, nuestros bienes espirituales y materiales, para que otros también se nutran en esta misma mesa?

¿Cómo esta mesa se convierte en mesa para compartir la Palabra y el Pan de Vida?



Fr. Gerard Francisco Timoner III, O.P.

https://www.op.org/jubile-2021-dominicus-800/?lang=es

Oración del Jubileo

Dies Natalis Sancti Dominici

 

Oh Dios, nuestro Creador, Redentor y Paráclito, unidos en oración, te presentamos nuestra alabanza, nuestra bendición y nuestra predicación.

Hace ochocientos años, llamaste a santo Domingo a entrar en la vida eterna y a reunirse contigo en la mesa del cielo.

En la celebración de este Jubileo, aliméntanos y llénanos de tu gracia para que podamos realizar nuestra misión de predicar el Evangelio para la salvación de las almas.

Ayúdanos a nutrir a tu pueblo con tu Verdad, tu Misericordia y tu Amor, hasta aquel día prometido en que nos reunirás a todos, junto a los bienaventurados.

Te lo pedimos como Familia Dominicana, por la intercesión de María, en el nombre de Jesús. Amén.