Poder de ofrecerlo y de ofrecernos con Él
Este año el Jueves santo será vivido por muchos de una manera muy diferente, en este período de pandemia. Muchos están confinados, y no podremos participar concretamente a la Eucaristía. Nuestra mirada cambia en este período de privación de celebraciones eucarísticas y de la comunión sacramental, sobre todo en este gran días del Jueves santo cuando celebramos la institución de la Eucaristía. Esta falta profundiza en nosotros el deseo de vivir la Eucaristía de nuevo. Aprovechemos de ello para meditar y profundizar este misterio que es la Eucaristía. He aquí para ayudarnos un estracto de una alocución de Madre Juliana del Rosario el Jueves Santo (1976). Si no podemos comulgar sacramentalmente, podemos siempre ofrecernos espiritualmente, unidos a la única ofrenda de Cristo, en las misas que se celebran en el mundo.
¡Santo Jueves Santo a ustedes!
« Antes de inmolarse en la realidad misma de su ser físico, Él expresa simbólicamente el drama que mañana Él va a vivir. Impulsado por su amor, hace presente ya, bajo el signo del pan roto, su cuerpo lacerado por los latigazos, sus manos y sus pies traspasados por los clavos; y bajo el signo del vino vaciado en la copa, su sangre derramada hasta la última gota… Y Él ofrece a su Padre este martirio que él sufrirá dentro de algunas horas. Gracias a esta misteriosa institución, esta preciosa sangre derramada un avez por todas, siempre viva y siempre fecunda, atraviesa los siglos y corre sin cesar sobre nuestra tierra, lavando en sus flujos los pecados de generaciones sucesivas.
No es solamente a sus apóstoles que Él dice : « Lo que hago, ustedes deben hacerlo también », pero a todos nosotros, bautizados, revestidos en consecuencia de su sacerdocio real, es decir, del poder de ofrecerlo y de ofrecernos con Él. En el calvario, juega solo el juego; pero por la virtud de su sangre derramada, llegamos a ser sus miembros y entramos en participación de su obra redentora. ¡Qué eminente responsabilidad la nuestra! ¿Lo pensamos suficiente? »
Madre Juliana del Rosario, 15 de abril 1976